
Lima.- Un estudio de la ONG Ciudad Nuestra presentado en junio último revela que diez distritos de Lima Metropolitana destinan un 70% de sus presupuestos en la formación y capacitación de serenos. Lo que equivale a una inversión de S/.162 millones.
El informe señala que el número de serenos creció un 122% en la capital, entre 2003 y 2009. Asimismo, indica que la presencia de los serenazgos es mucho más visible y organizada en las calles, pues tienen centros de comunicación, observatorios del delito y tecnología de punta, recursos que en algunos casos carecen en la Policía.
Al respecto, el alcalde de Barranco, Antonio Mezarina, indicó que el problema se debe a una falta de autonomía de los municipios para dirigir los planes de seguridad de manera individual.
Pide que se otorgue facilidades y facultades a los burgomaestres para ejecutar funciones que solo los comisarios pueden realizar. “El alcalde es el que preside la seguridad ciudadana, pero solo en los papeles, porque para cualquier operativo el comisario tiene que pedir permiso a su comando y eso termina dilatando la labor”, sostuvo.
Por su parte, el alcalde de San Miguel, Salvador Heresi, opinó que lo que ha fracasado hasta el momento es la lucha contra la impunidad delincuencial.
“El problema es que el Gobierno no asume lo que le corresponde. No hay una buena coordinación entre el Ministerio del Interior, Ministerio Público y el Poder judicial al momento de juzgar a un delincuente que muchas veces es capturado por los serenos y policías”, manifiesta.
En tanto, el alcalde de Surquillo, Gustavo Sierra, responsabilizó directamente al titular del Interior, Octavio Salazar, por la inseguridad que vive su distrito. Según el burgomaestre, el ministro se comprometió, en varias oportunidades, a otorgar vehículos para la Policía de su jurisdicción, sin embargo, no ha cumplido.
Para la autoridad edil de Jesús María, Enrique Ocrospoma, no ha habido una buena política pública de seguridad ciudadana. “Lima no es tan insegura como Buenos Aires o Bogotá, pero la percepción de temor es mayor”, señala.
A pesar de que en su distrito también se realiza el patrullaje mixto, Ocrospoma indica que hay un vacío legal que no permite un trabajo conjunto con la Policía. “Nosotros presentamos un proyecto de ley hace un año y medio que establecía la coordinación de los municipios con la PNP. Definía en qué ámbitos actuaba cada uno. Sin embargo, no ha sido considerado”, sostuvo.
(www.infoseguridad.pe)
El informe señala que el número de serenos creció un 122% en la capital, entre 2003 y 2009. Asimismo, indica que la presencia de los serenazgos es mucho más visible y organizada en las calles, pues tienen centros de comunicación, observatorios del delito y tecnología de punta, recursos que en algunos casos carecen en la Policía.
Al respecto, el alcalde de Barranco, Antonio Mezarina, indicó que el problema se debe a una falta de autonomía de los municipios para dirigir los planes de seguridad de manera individual.
Pide que se otorgue facilidades y facultades a los burgomaestres para ejecutar funciones que solo los comisarios pueden realizar. “El alcalde es el que preside la seguridad ciudadana, pero solo en los papeles, porque para cualquier operativo el comisario tiene que pedir permiso a su comando y eso termina dilatando la labor”, sostuvo.
Por su parte, el alcalde de San Miguel, Salvador Heresi, opinó que lo que ha fracasado hasta el momento es la lucha contra la impunidad delincuencial.
“El problema es que el Gobierno no asume lo que le corresponde. No hay una buena coordinación entre el Ministerio del Interior, Ministerio Público y el Poder judicial al momento de juzgar a un delincuente que muchas veces es capturado por los serenos y policías”, manifiesta.
En tanto, el alcalde de Surquillo, Gustavo Sierra, responsabilizó directamente al titular del Interior, Octavio Salazar, por la inseguridad que vive su distrito. Según el burgomaestre, el ministro se comprometió, en varias oportunidades, a otorgar vehículos para la Policía de su jurisdicción, sin embargo, no ha cumplido.
Para la autoridad edil de Jesús María, Enrique Ocrospoma, no ha habido una buena política pública de seguridad ciudadana. “Lima no es tan insegura como Buenos Aires o Bogotá, pero la percepción de temor es mayor”, señala.
A pesar de que en su distrito también se realiza el patrullaje mixto, Ocrospoma indica que hay un vacío legal que no permite un trabajo conjunto con la Policía. “Nosotros presentamos un proyecto de ley hace un año y medio que establecía la coordinación de los municipios con la PNP. Definía en qué ámbitos actuaba cada uno. Sin embargo, no ha sido considerado”, sostuvo.
(www.infoseguridad.pe)
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